Del día de hoy nos quedamos con las caras de no haber dormido mucho, las preguntas de cuánto queda, qué hay de comer, etc. pero todo ha cambiado en cuanto hemos pasado la frontera, las preguntas empezaban a ser sobre todo acerca del estado de las pistas, la calidad de la nieve y la comida típica.
Después de la incertidumbre, por fin llegamos al hotel, las habitaciones, el alquiler y la tan ansiada cena.
Ahora mientras escribo esto, están las típicas batallas de disimular, llamar a las habitaciones, carreras, persecuciones de los monitores...A ver si nos acostamos prontito que mañana por fin veremos la nieve, ¡qué ganas tenemos!
Buenas noches y hasta mañana.